¿Qué es el Índice Glucémico?
Cuando tomamos cualquier alimento rico en glúcidos (carbohidratos o hidratos de carbono), los niveles de glucosa (azúcar) en sangre se incrementan progresivamente según se digieren y asimilan los almidones y azúcares que contienen.
1.- El tipo de nutrientes que los componen
2.- La cantidad de fibra presente
3.- La composición del resto de alimentos presentes en el estómago e intestino durante la digestión.
Estos aspectos se valoran a través del índice glucémico (IG) de un alimento.
Dicho
índice es la relación entre el área de la curva de la absorción de la
ingesta de 50 gr. de glucosa pura a lo largo del tiempo, con la obtenida
al ingerir la misma cantidad de ese alimento.
El
índice glucémico se determina en laboratorios bajo condiciones
controladas. El proceso consiste en tomar cada poco tiempo muestras de
sangre a una persona a la que se le ha hecho consumir soluciones de
glucosa pura unas veces y el alimento en cuestión otras.
A pesar de ser bastante complicado de determinar, su interpretación es muy sencilla:
A.- los índices elevados implican una rápida absorción.
B.- mientras que los índices bajos indican una absorción pausada.
Este índice es de gran importancia para los diabéticos, ya que deben evitar las subidas rápidas de glucosa en sangre.
Problemas ocasionados por los alimentos de elevado Índice Glucémico.
Lo correcto
Lo correcto es sustituir los carbohidratos de alto índice glucémico por los de bajo índice glucémico, especialmente en las meriendas o comidas aisladas, y así mejorar la regulación del azúcar en sangre, reducir la secreción de insulina y ayudar a un programa de pérdida de peso.
Esperamos que esta información os haya sido de utilidad.
Problemas ocasionados por los alimentos de elevado Índice Glucémico.
En un primer lugar, al aumentar rápidamente el nivel de glucosa en sangre se segrega insulina en grandes cantidades, pero como las células no pueden quemar adecuadamente toda la glucosa, el metabolismo de las grasas se activa y comienza a transformarla en grasas. Estas grasas se almacenan en las células del tejido adiposo.
Nuestro código genético está programado de esta manera para permitirnos
sobrevivir mejor a los periodos de escasez de alimentos. En una
sociedad como la nuestra, en la que nunca llega el periodo de hambruna
posterior al atracón, todas las reservas grasas se quedan sin utilizar y
nos volvemos obesos.
Posteriormente, toda esa insulina que hemos segregado rápidamente consigue que el azúcar abandone la corriente sanguínea también rápidamente y, 2 ó 3 horas después, el azúcar en sangre cae por debajo de lo normal y pasamos a un estado de hipoglucemia. Cuando esto sucede, el funcionamiento de nuestro cuerpo y el de nuestra cabeza no está a la par, y sentimos la necesidad de devorar más alimento.
Este proceso se le aplica al ganado para conseguir un engorde artificial a base de suministrarle dosis periódicas de insulina. De hecho, algunos científicos han llamado a la insulina "la hormona del hambre".
Posteriormente, toda esa insulina que hemos segregado rápidamente consigue que el azúcar abandone la corriente sanguínea también rápidamente y, 2 ó 3 horas después, el azúcar en sangre cae por debajo de lo normal y pasamos a un estado de hipoglucemia. Cuando esto sucede, el funcionamiento de nuestro cuerpo y el de nuestra cabeza no está a la par, y sentimos la necesidad de devorar más alimento.
- Si volvemos a comer más carbohidratos para calmar la sensación de hambre ocasionada por la rápida bajada de la glucosa, volvemos a segregar otra gran dosis de insulina, y así entramos en un círculo vicioso que se repetirá una y otra vez cada pocas horas.
Este proceso se le aplica al ganado para conseguir un engorde artificial a base de suministrarle dosis periódicas de insulina. De hecho, algunos científicos han llamado a la insulina "la hormona del hambre".
Lo correcto
Lo correcto es sustituir los carbohidratos de alto índice glucémico por los de bajo índice glucémico, especialmente en las meriendas o comidas aisladas, y así mejorar la regulación del azúcar en sangre, reducir la secreción de insulina y ayudar a un programa de pérdida de peso.
- Para ello nada mejor que consultar las tablas que hemos extraído directamente del libro "Comer, adelgazar y no volver a engordar", de Michael Montignac, clicando aquí
- Y si además quieres conocer en qué consiste el Método Montignac, clica aquí
Esperamos que esta información os haya sido de utilidad.
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